El picor, ardor o dolor a la vulva y la vagina es un trastorno muy frecuente en la mujer en cualquier edad. Puede ser de intensidad muy diversa y se puede acompañar o no de mayor cantidad de flujo (a veces maloliente) y de molestias al orinar. A veces aparecen también unas pequeñas llagues o granitos en esta zona o esta se hincha.
En el supuesto de que tengas estas molestias pide una visita un poco urgente porque se te atienda enseguida, puesto que aunque el problema no es grave, las molestias pueden aumentar si pasan muchos días.
Las causas que dan origen al problema son muy diversas, muchas veces debidas a un efecto secundario en la ingesta de antibióticos, pero en otras ocasiones puede originar la humedad excesiva a la vulva para tener un exceso de flujo, el propio sudor, la irritación que puede producir el salvaslip o el haber mantenido unas relaciones sexuales intensas. También pueden originarse por infecciones banales como los hongos u otros como las infecciones de transmisión sexual o mediante el recto al limpiarte inadecuadamente después de ir al lavabo.
Tienes dolor o prurito vulvar crónico? Cuando la molestia se hace crónica puede ser ya un problema importante. Para mayor información: Vulvodínia.
No es extraño que una mujer, no importa la edad, en alguna ocasión tenga problemas con su menstruación en forma de retrasos (de días, pero a veces de meses), adelanto (sangrado cada dos semanas), sangrando de forma mantenida durante muchos días con pérdidas de sangre no siempre intensas. Es un problema frecuente y no tiene que inquietar, pero el médico puede aconsejar que se le consulte porque se pueda encontrar la causa del trastorno y establezca las medidas oportunas porque se corrija.
Estos problemas muchas veces se producen por ciertos cambios hormonales que se originan por la naturaleza de los propios ovarios (varios poliquístics), por problemas en el funcionamiento de los ovarios que pueden originarse en un momento concreto de la vida de la mujer, o por la repercusión que tiene sobre los ovarios cierto tipo de trastornos generales, como la pérdida o exceso de peso, ciertos medicamentos, factores emocionales o problemas endocrinológicos. Otras veces son el síntoma que produce un pólipo o un mioma del útero, o un tipo de quiste en los ovarios (como los endometriòtics).
El dolor menstrual o Dismenorrea es un trastorno que a menudo acompaña el periodo menstrual y la intensidad puede ser, según la persona que lo afecte, de más o menos intensidad. Es frecuente en las mujeres que todavía no han tenido hijos y puede limitar el desarrollo normal de la vida de una persona. Es causa frecuente de absentismo laboral. Las causas son diversas y en la visita el médico se determina cuál es el motivo del dolor y qué tratamiento es lo más aconsejable.
El denominado Síndrome Catamenial es un cuadro clínico que acompaña muchas veces a la Dismenorrea. Se trata de una serie de molestias generales y locales que afecta la mujer incluso días antes de tener la regla (a veces a partir de la ovulación) y que puede manifestarse en forma de retención de líquido (aumento de peso), dolores articulares, dolores en el bajo del vientre, incluso rampas en las piernas, irritabilidad, insomnio y dolor en las relaciones sexuales. La causa es hormonal y se soluciona con tratamiento médico y aplicando varias medidas según las características e intensidad del cuadro clínico.
Si mantienes relaciones sexuales y no tenso una pareja estable tienes que saber cómo prevenir determinadas enfermedades de transmisión sexual (ETS).
Las ETS son un grupo de afecciones en que la vía de transmisión es el contacto sexual, sea este vaginal, oral o rectal. Las más conocidas son el SIDA y el papiloma humano, pero hay otros que pueden tener una importante repercusión personal y social. Nos referimos a la Gonococia, la Sífilis, la Hepatitis, el Mycoplasma y las Clamydias. Por eso es importante que, cuando decidas mantener relaciones sexuales, te informes de qué medidas preventivas tendrías que tomar para evitar estas infecciones.
Si se tiene una pareja estable, la mejor manera de prevenir las ETS es mediante el uso del preservativo.
En relación con el virus del papiloma humano (VPH), tienes que saber que es un grupo de virus, una familia de virus de más de 100 tipos de los cuales 40 tipos se han aislado en el trato genital inferior femenino siente el causante de lesiones cervicales (displasias ), verrugas genitales y cáncer de cérvix uterino.
El contagio es predominantemente por transmisión sexual, y aunque la mayor parte de estas infecciones se resuelven espontáneamente, su persistencia se relaciona con el cáncer de cuello uterino.
La edad y la conducta sexual (múltiplos parejas), son los factores de riesgo más importantes.
Para prevenir el cáncer de cuello uterino disponemos de la vacuna del papiloma, que cubre los virus más importantes relacionados con el cáncer cervical.
La criba cervical tiene como objetivo detectar precozmente las lesiones que puedan progresar a cáncer y se realiza con la citología y/o la maceta de VPH.
Se recomienda iniciar la criba a los 3 años después de la primera relación sexual.
La colposcòpia es una exploración que consiste a examinar el cuello uterino con un microscopio que permite detectar lesiones no visibles a simple vista. Permite determinar si hay alguna lesión y, si hace falta, se tiene que tomar una pequeña muestra para hacer una biopsia. Cuando se hace explorando la vulva con el mismo aparato se denomina vulvoscopia y si es a la vagina, vaginoscopia.
Esta exploración es el segundo paso, después de la citología, para el diagnóstico de lesiones del cuello uterino y del trato genital inferior. Por lo tanto, tu médico la indicará cuando la citología o el examen clínico indique profundizar en el estudio de esta zona.
Es una técnica muy eficaz para el diagnóstico de varias lesiones cervicales y del trato genital inferior. Permite detectar las alteraciones producidas por el virus del papiloma humano, el herpes simple o inflamaciones en estas áreas genitales. Su papel principal es el de la detección de lesiones de riesgo, premalignos o malignos del cuello uterino, vulva, vagina o ano.
La vacuna del virus del papiloma humano (VPH) tiene como finalidad la prevención de la aparición de lesiones producidas por el mencionado virus que, en las variedades de alto riesgo (hay una docena, de los cuales el tipo 16 y el 32 son los más agresivos ), son las responsables del cáncer de vulva, vagina, cuello uterino, pene, ano boca y faringe.
La administración americana de alimentos y drogas ha aprobado la comercialización de esta vacuna y la OMS la recomienda complementándola con otras medidas preventivas.
Si bien hay detractores de esta vacunación, que la desaconsejan atendidos los riesgos inmunológicos que pueden tener, la mayoría de las sociedades médicas la recomiendan. Por eso el Ministerio de Sanidad español la incluyen en la campaña de vacunación de las niñas entre los 11 y 12 años. Se acepta que también haya aconsejar, como medida preventiva, a todas las mujeres hasta los 26 años. En edades más avanzadas se considera poco útil.
Son nódulos de tipo muscular (cuando son fibrosos se denominan fibromas) que con cierta frecuencia se encuentran al útero. Por tranquilidad tenemos que decirte que el 40% de las mujeres de más de 35 años tienen este tipo de tumores y la gran mayoría de las veces no tienen ningún riesgo.
Muchas veces no produce síntomas y es un hallazgo casual en el momento de hacerte una revisión con tu ginecólogo. Otras veces se diagnostica cuando vas al especialista para tener algunos trastornos como:
Según la sintomatología o la medida del mioma a veces no hay que hacer absolutamente nada. Otras veces es aconsejable hacer un tratamiento que podrá ser con medicamentos o con técnicas más agresivas.
Tu médico te informará de los procedimientos que hay para solucionar el problema y qué son los más aconsejables para tu caso.
Puede un mioma impedir que puedas quedarte embarazada?
Solo en algunos casos, y si es así el especialista te informará de como solucionar el problema preservando tu fertilidad.
Si te han diagnosticado un quiste de ovario no te tienes que inquietar, puesto que es un hallazgo bastante frecuente en las mujeres en los años comprendidos entre el inicio de las reglas y la menopausia.
La mayoría de las veces son de origen funcional y se muestran como una bolsa de paredes muy finas llenas de líquido dentro del ciclo menstrual normal de la mujer.
En otras ocasiones son de tipo sólido, y en estos casos el médico tiene que comprobar la naturaleza porque te expliquen qué tiene que hacer para curarlo.
La gran mayoría de las veces son hallazgos casuales en el momento de una revisión con el ginecólogo pero en ocasiones producen síntomas, como alteraciones menstruales, abultamiento del abdomen o dolores que pueden ser constantes o intermitentes (a veces brusco y muy intenso) y con relación con las reglas, las relaciones sexuales, el movimiento o el esfuerzo.
En la mayoría de las ocasiones el problema se soluciona con un tratamiento médico y solo en algún caso hay que operar.
Si hay que operar, el médico, siempre que se puede, lo hace por Laparoscopia.
En cualquier caso, durante las entrevistas con tu médico se te dará toda la información que te haga falta para saber qué tienes y las alternativas que tienes para solucionarlo y qué es la que él te aconseja.
Si te han diagnosticado una endometriosis no te asustes. Es una enfermedad que afecta además del 20% de las mujeres en los años jóvenes. Es un problema benigno que afecta fundamentalmente al ovario, pero que a veces es causa de grandes molestias a la mujer que lo sufre. En unos casos no da síntomas y es un hallazgo causal en una revisión médica, pero con frecuencia es la causa de tener fuertes molestias en forma de dolores de bajo vientre constantes, dolor menstrual, dolor al ir al lavabo, al hacer pis o durante las relaciones sexuales.
En ocasiones puede dificultar el que una mujer pueda quedarse embarazada y puede ser un hallazgo casual en el momento del estudio de una pareja que consulta por la dificultad para tener hijos.
Aunque se puede hacer un diagnóstico de fuerte sospecha del proceso por el examen clínico o unos análisis, es por la ecografía vaginal (complementada a veces por la R.M. de la pelvis) y sobre todo por la Laparoscopia, como se confirma la enfermedad.
Si se puede, no. Según la medida, las molestias y la evolución del proceso se intenta curar con un tratamiento médico en forma de pastillas o a veces inyecciones. Solo las endometriosis muy extendidas, o que no responden a ningún tratamiento, tienen que ser operadas, extirpando la enfermedad. Hoy en día siempre que se puede se opera por Laparoscopia.
Si bien no es imprescindible, se utiliza como complemento al instrumental quirúrgico del cirujano.
Por el hecho de diagnosticarte un ovario poliquístico no te tienes que preocupar. No siempre lo es y, en cualquier caso, no tiene que producirte ningún trastorno. A veces es un hallazgo ecográfico casual en el momento de hacerte una revisión preventiva sin ninguna manifestación clínica ni hormonal. Muy probablemente el médico te sugerirá seguir con tus controles regulares sin que le tengas que dar más importancia. Otras veces es un cuadro clínico típico del denominado Síndrome del Ovario Poliquístico. Se trata entonces de un trastorno metabólico y hormonal que puede tener varias formas de manifestarse aunque las más frecuentes son:
El diagnóstico lo hará el médico mediante la exploración física, la ecografía de los ovarios y la analítica.
El tratamiento dependerá del momento de tu vida en que te encuentres, considerando tu edad, tus deseos de quedarte embarazada y de la intensidad de los síntomas. En el tratamiento podrán tener que colaborar varios especialistas diferentes o médicos de medicina general, endocrinólogos y ginecólogos.
Cuando haya un exceso de peso es fundamental recuperar tu peso ideal. En este aspecto el médico de medicina general, el internista, te ayudará con una dieta y un tratamiento para solucionar este problema. También te dirán que tipo de ejercicios contribuirán a perder el exceso de masa corporal.
En unos casos estará indicado el uso de pastillas anticonceptivas de un tipo especial que te harán desaparecer el acné, el vello y que además regularizaran tus reglas. En otros casos serán otro tipo de pastillas que te ayudarán a corregir el problema hormonal del trastorno.
Cuando tus preferencias sean las de quedarte embarazada, será con unas pastillas e inyecciones para solucionar el problema. A veces, cuando el que quieres es quedarte embarazada y los tratamientos que hemos dicho no han funcionado, se puede justificar aplicar tratamientos de reproducción asistida como la inseminación artificial o la Fertilización In vitro. La cirugía se plantea solo para casos muy especiales.
Si te aparece un chichón por la vulva no te inquietes, no se trata de un tumor. La gran mayoría de las veces no es más que el descenso del útero o de las estructuras que hay a su alrededor (la vejiga de la orina o el recto). Es la consecuencia de un parto difícil o de la debilidad de la musculatura de la pelvis. El conducto vaginal se comporta como un orificio herniario y por allá hace profusión la vejiga urinaria, el recto, el útero o una combinación de las tres cosas. Otras veces es el descenso de la vagina cuando la mujer ya ha sido operada y se le ha extirpado el útero. El nombre técnico del descenso de la vejiga urinaria es la de Cistocele, el del recto es el de Rectocele, el del útero es el de Prolapso uterino y el de la vagina sin útero, el de Prolapso de la cúpula vaginal. El problema es más incómodo para la mujer cuando este problema le produce escapes involuntarios de la orina, las ventosidades o las heces.
No. Siempre que se puede se intenta solucionar el problema reforzando la musculatura de la pelvis. Para lo cual hay varios sistemas:
En otras ocasiones hace falta la utilización de métodos más invasivos como:
A pesar de que actualmente el periodo entre los 40 y los 50 años, o incluso los 55 años, puede ser una de las mejores etapas de la vida de la mujer, biológicamente a partir de los 40 años hay unos cambios hormonales que preceden a la menopausia.
Con el paso de los años, la edad mediana de la menopausia se retrasa y en la actualidad la mayor frecuencia de la misma es sobre los 50 años. Pero ya desde unos 10 años antes del cese de las menstruaciones ya hay unos cambios hormonales que indicarían el inicio del climaterio. En algunos casos, por causas que el médico puede investigar, la menopausia tiene lugar antes de los 40 años, incluso mucho antes. Estos casos se denominan menopausia precoz y precisan de un tratamiento.
No tienes por qué. Muchas veces la menopausia solo se manifiesta porque no se vuelve a tener una regla. Otras veces no se tolera tan bien y puede manifestarse diferente y con síntomas de más o menos intensidad:
Ni mucho menos. Es la paciente la que lo decide. El médico en cualquier caso, teniendo en cuenta los datos exploratorios, informa de las posibilidades de tratamiento, sea con productos naturales en forma de cremas o pastillas, técnicas instrumentales o, en algunos casos y por problemas muy puntuales, la cirugía.
Los grupos de medicamentos o procedimientos terapéuticos que se pueden utilizar son los siguientes:
La pérdida excesiva del calcio en los huesos se denomina Osteoporosis. Afecta sobre todo a las mujeres y se relaciona con la pérdida de las hormonas femeninas por el cese de la función de los ovarios. Se calcula que en España la osteoporosis afecta el 26% de las mujeres de más de 50 años. El mayor riego de esta enfermedad es la aparición de fracturas espontáneas sin causa aparente que puede afectar la columna vertebral o al fémur. Si eres una mujer fumadora, prima, no haces ejercicio o tienes que tomar ciertos medicamentos con regularidad (como los corticoides), tenso un mayor riesgo de sufrir este problema.
Sí. Primero, diagnosticando el riesgo real que tú tienes de sufrir la pérdida excesiva de masa ósea. Para lo cual el médico puede hacer unos análisis valorando los niveles de calcio y vitamina D en sangre. Por otra, haciendo una prueba que se denomina Densitometría ósea que ayuda a establecer el grado de riesgo de factura. Basándose estos resultados te aconsejará como prevenirla o curarla.
Los médicos prevenimos o tratamos el problema aplicando varias medidas terapéuticas: